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viernes, noviembre 17, 2006

APSAPRIOJA culpa a Rioja Salud del estado de la Unidad de Patología Mamaria

APSAPRIOJA culpa a Rioja Salud del estado de la Unidad de Patología MamariaLos profesionales de la sanidad pública reclaman que vuelva a depender del Servicio Riojano de Salud ante la «desastrosa» gestión de la fundación La Asociación de Profesionales de la Sanidad Pública de La Rioja, APSAPRIOJA, ha denunciado la mala situación actual de la Unidad de Patología Mamaria de la que culpa al gerente de la Fundación Rioja Salud, Javier Ureña.
En un comunicado, aseguran que su estado es «crítico, sin responsable alguno, con escasos profesionales y con el consiguiente incremento de las listas de espera» y piden a la Fundación Rioja Salud un «ejercicio de autocrítica» para que esta unidad vuelva al Servicio Riojano de Salud ante la gestión «tan desastrosa e irresponsable» que sufre desde que depende de una fundación que no ha sido capaz «de garantizar el mantenimiento de una asistencia de calidad».
La asociación recuerda que la Unidad de Patología Mamaria se creó en 2002 para centralizar el diagnóstico mamario de todas las riojanas y se hizo «bajo el paraguas de la recién creada Fundación Rioja Salud, sin haber contado para ello con los profesionales del Servicio Riojano de Salud que habían dedicado gran parte de su labor asistencial a este tema en esta comunidad autónoma durante mucho tiempo».
APSAPRIOJA reconoce que en aquellos momentos no se escatimaron medios y se dotó a este servicio de recursos tecnológicos punteros y se incrementó el personal, convirtiéndose en el buque insignia de la Fundación Rioja Salud. La nota continúa afirmando que la doctora Torres, al frente de esta unidad en su creación y ascendida al cargo de directora de Procesos Radiológicos en 2005, presentó su dimisión en enero de este año «después de un año de ímprobos esfuerzos para devolver la cordura al Área de Radiodiagnóstico, perdida tras las injustificadas externalizaciones de la alta tecnología radiológica y absolutamente impotente ante la tozudez de los designios prefijados para esta área por el ex consejero de Salud, Pedro Soto». Además, aseveran que esta profesional abandonó en julio La Rioja, junto con dos radiólogas más, «una vez agotadas las posibilidades de entendimiento con el gerente de la Fundación Rioja Salud».
El colectivo narra que a Soto le sucede Nieto y al frente del Área de Radiodiagnóstico se coloca al doctor Rubio que tiene que «parchear urgentemente el agujero radiológico de esta unidad que, de la noche a la mañana, ha pasado de contar con cuatro radiólogos a contar con uno sólo, pidiéndose para ello la colaboración de los radiólogos del servicio público».
APSAPRIOJA advierte de que en el último trimestre se han encontrado «con la misma actitud de menosprecio profesional» e informa de que en una reunión el pasado 10 de noviembre con Ureña «se impone sin explicación una fecha de traslado al hospital San Pedro cuestionada por razones funcionales por los responsables de la unidad, incluido el jefe del Área de Radiodiagnóstico».
La Asociación de Profesionales de la Sanidad Pública reitera que la Unidad de Patología Mamaria no debería haber sido gestionada por una fundación y se declara en contra de las fundaciones por su opacidad a los mecanismos de control, «se caracterizan por una contratación precaria y a dedo de los profesionales, y eluden cualquier mecanismo de control que les imponga transparencia económica o de otro tipo».
La Consejería de Salud del Gobierno regional, en la que se encuadra la Fundación Rioja Salud, no quiso ayer hacer ninguna declaración en torno a las acusaciones de APSAPRIOJA.

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